Mis palabras hoy son mensajes que
tal vez oí de otros… Quizás se las robé al viento en un descuido; a lo mejor,
esa brisa se relajó cuando envolvía la mañana, y los vocablos llegaron libres, y los acogí tiernamente abrazándolos en el alma.
Repetí en mi cabeza, despacio lo
que decían; y aquellos insistentes susurros ciñéndome, quisieron buscar una
entrada para quedarse. Era una nueva alborada para aquellas palabras. Y así escuché:
Otra
vez estás aquí; bajaste en esta estación, cuando deberías haber seguido sin
detenerte en un viaje interminable hacia la eternidad… ¡Qué frágil es tu
aroma, soledad!
Otra
vez, combinas momentos, lugares, estilos… Sutilmente te acoplas en todo lo que
somos, proporcionándonos una sed espantosa. ¡Qué levemente nos atrapas,
melancolía!
Otra
vez, te da igual a quién llegues; buscas sin descanso, aquel segundo en el que
triunfarás enamorando el ser de tantos. ¡Qué tramposa eres, tristeza!…
Me quedé quieta, escuchando
aquellas frases que cantaban una y otra vez su murmullo. Fue entonces, cuando saciada de emociones, estreché segura, con todo mi cariño, al Amor que llevo conmigo.
Todavía estaba el Cielo saltarín dentro
de mi pensamiento, cuando musité aquellas palabras que ahora salían descolocadas
hacia fuera… Ya no eran esas que acogí, sino otras distintas. Se diría que eran
voces, que saliendo de dentro, buscaban el renacimiento de aquellas primeras. Volaban
libres hacía sus destinos, acariciando un nuevo aire; y eran muchas, muchas…
Hoy seguiré dando, seguiré
adelante, seguiré sonriendo, creyendo, regalando, sembrando, gritando, bien pensando.
Continuaré hablando de paz; viviré soñando, seguiré siendo niña, continuaré extendiendo
mis sentidos para buscar la belleza, y besar la verdad; seguiré ilusionándome,
levantándome; seguiré, continuaré…
Las palabras robadas al aire, hoy se han transformado.
Te espero en el camino de mi vida, por si quieres ayudarme con este ánimo fuerte, que ahogue la soledad de la humanidad, y asfixie la melancolía y la tristeza para siempre.
Te espero en el camino de mi vida, por si quieres ayudarme con este ánimo fuerte, que ahogue la soledad de la humanidad, y asfixie la melancolía y la tristeza para siempre.
Bonitas palabras
ResponderEliminarMuchísimas gracias por leerme y por tus comentarios.
EliminarBesos
Comienzo triste srta. Carmey...por suerte esa mañana la musa subió su ánimo y la tristeza se convirtió en esperanza...Me alegra que fuera así...igualmente la belleza de sus palabras melancólicas, se asemejan a las de esperanza...gracias srta. Carmey
ResponderEliminarSiempre tan fiel, sigues comentando la mayoría de los post.
EliminarMuchas gracias por dedicar un ratillo a leerlos, y por tus comentarios. Yo sí que te estoy agradecida.
Bss