miércoles, 27 de abril de 2016

HOY

A veces no esperamos…, estoicos no movemos un dedo, dejando que nuestra esperanza se oscurezca. ¿No te das cuenta que siempre se nos obsequia con más de lo que soñamos? Sólo hace falta que seas consciente, que estés en ello, que seas agradecido.

Observando aquel cuadro de familia que embellece la estancia, la vista se fija en un pajarillo que tiene un niño en la mano; éste le sujeta, sin oprimirle. Parece estar a gusto el cuco, y encontrándose protegido, mira hacia el rostro del pequeño con gran serenidad.

En ocasiones, estamos tan plenos de serenidad…, que desearíamos no terminaran nunca esos momentos. 

¡Cómo me gustaría ser ese pajarillo! -podemos pensar-, sin preocupaciones; querido, cuidado, mimado… Pero el ave está hecha para volar, no para estar en manos de nadie. Recapacitar en esto nos hace rectificar.

Aunque hoy estemos cansados del camino… ¡A volar!



viernes, 22 de abril de 2016

CERVANTES

Ayer estuve en Alcalá de Henares visitando la casa de Miguel de Cervantes.  
Hoy, hace 400 años de su fallecimiento, y he pensado escribir algo por este motivo.
En un periquete me he puesto, y… aquí os dejo lo que ha salido.
Os lo dedico a todos y cada uno, seas quien seas.
Mil gracias por leer mis palabras.
¡Qué deseos de aventuras!



MIGUEL DE CERVANTES (29-IX-1547 / 22-IV-1616)

Recuerdos, memoria…,
¿Mi vida? ¡una noria!
con subidas y bajadas,
de vueltas descabezadas.

Me persigue en sus capítulos,
dichos, revueltas y ridículos.
¡Que se trata de aventuras!,
y hartos estamos a estas alturas.

Hay destartalados amigos,
que parecen enemigos,
pues inventando palabras iguales,
colman los tiempos de males.

La cárcel me detuvo un momento,
y el mendrugo busqué en mil intentos.
Que la familia apremia deshambrida,
y se ha de cenar bien cada día.

Acontece necesidad de lucha,
y la Corte en eso, está muy ducha.
¡La mano por el Rey siempre!,
daré mi vida, mal que se pierde.

Por la Corona, mi dote es regalo,
que mis barbas en punta, aún no he rapado.
¡Vengan los barcos, veleros al viento,
luchas, derribos, lloros y lamentos!.

El amor de mi vida nunca revelaré,
más Dulcinea…, bien pudiera ser.
El aroma llegaba del Toboso,
molinos majaban mi corazón fogoso.

Quijote he sido en mi vida,
con Rocinante y burro por compañía.
Más seguido por Sancho en idas y venidas…
hicimos de aventuras nuestras melodías.

Hoy desde esta morada agradezco,
los parabienes y los gestos,
que desto se levantó gran alboroto…
chirinolas en momentos rotos.

Jamás pensé que mi hidalgo preferido,
fuera feliz en mundos desconocidos.
Desde Oriente, hasta el otro confín,
el lector inquieto será tu paladín.


miércoles, 20 de abril de 2016

EL RESCOLDO

Sueña con ellos,
busca el latido,
sueña, resueña…
¡No hay tiempo perdido!

Huele a horno de leña,
y el pensamiento se va al hogar…,
aires calientes de brasas,
alientan a reposar.

No se percibe el sustento,
en esa lumbre al llegar,
abrigada por aquel viento
que vacíos quiere llenar.

De dicha gozará siempre,
quien con ilusión valiente comienza;
ánimo y esperanza al frente,
colmarán su iridiscencia.

Permanece ese olor a familia,
y en el cobijo, vive el cariño…,
el rescoldo queriendo es caricia,
de la paz después del camino.

Sueña con ellos,
busca el latido,
sueña, resueña…
¡No hay tiempo perdido!


miércoles, 13 de abril de 2016

GARABATEAR


Mientras hablo por teléfono, me encanta emborronar papeles con palabras sueltas, o frases cortas. Además, las adorno con dibujos, trazos, algún rasgo suelto… Al pasar el tiempo, me encuentro estos escritos en cualquier sitio, y mirando los garabatos, salen algunas frases como estas:

Necesito a todas las personas que existen, para sonreírlas.

Requiero labores; dechados en punto de cruz, que irisados con preciosos matices templados, me hagan recordar la mesura del otoño.

Preciso cerrar el paraguas rojo, para sentir las lágrimas que caen del Cielo en mi rostro. 

Busco unas alas que ponerme, para volar una tarde con Aletas montada en bicicleta.

Persigo atesorar el viento, y con él, todas esas fragancias que me transportan a otros lugares luminosos.

¿Sabes?, amo tanto la belleza porque siempre Te encuentro en ella.

Espero llegar un día por fin al Castillo, descubriendo la salida de este enredado laberinto.

Se me antoja acompañar ¡hasta el confín de la tierra!, a esos simpáticos piratas en sus aventuras infantiles.

He de salir al encuentro de Wisey, porque nunca me llega a tiempo.

Deseo travesear como aquellos gorriones, que gorjeando, juegan al escondite entre la lozana hiedra.

Indago las melodías que encuentro, para tararear aquellas que brillen más adentro.

Anhelándote, no paro de garabatear escurridizas palabras en la cabeza, en mi corazón, en miles de pliegos… 

Es en las tiernas mañanas, cuando escribo sobre pétalos de florecillas que encontré paseando. En éstas, trazo rápidamente palabras que averigüé son las más preciosas que existen; y así, formo con ellas ese ramillete que sueño conquiste tu contento.  

Continúo garabateando...


miércoles, 6 de abril de 2016

SIMPATÍA

La mirada aún inmóvil en ese horizonte de matices tostados, se pierde un segundo entre los hilillos desmadejados de unas antojadizas nubes, quienes vagando serenas, recorren aquella encantadora extensión. Éstas, cayendo en picado, parecen perseguir el rastro del sol ya oculto… Y es entonces, en ese beso con la lejanía, cuando aparece la grandeza de lo que admiro en la vida. Sin darme cuenta, surge el suspiro que llena de aire limpio los pulmones..., y sonrío.

Cuántas veces el pensamiento alega que, con una sonrisa se funden todos los hielos…, y basta ese anhelo, para hacer lícita la lucha por vivir cada día con este gesto gratuito. Mentiría si dijera que sale siempre con facilidad pues, en ocasiones, cuesta más que cualquier otra cosa que conlleve un esfuerzo físico importante. Mas no hay que desanimarse, y así, hasta en los fosos más profundos que encontremos, ella perfumará la estancia haciendo, que de lo insondable, nazca quizás un débil canto de claridad azulada que logre llenar cualquier espíritu de esperanza y alegría.

No es hipocresía como algunos comentan, pues si surge sinceramente de dentro, es auténtica. Por este motivo, siendo verdadera, es capaz de cambiar los corazones.

Existen algunas máscaras hechizadas sin sentimientos, que no dejan ver los semblantes nobles. Tal es así, que mirándolas puedes llegar al escalofrío, y entonces, por unos instantes se pierde el aliento del latido. Es una alegría saber que esto puede cambiar gracias a nuestra simpatía.

De modo que, ahora te suplico, querido aliento, que jamás te hagas de piedra.