lunes, 13 de julio de 2015

RECUERDOS

Con candor suave y sedoso, se cuela por la ventana una pizca de claridad. Los níveos barrotes juegan con las sombras, y trazan con denuedo, a semejanza de finos esquejes de trepadora, enredándose alegremente en ellos, convirtiendo el ventanal en un sorprendente mirador.

Por fuera todo es clamor, sonidos, alegría…, por dentro hay silencio, atención, trabajo. Ese “todo” parece mi propio interior en el día de hoy. Es raro porque, la atención a veces me cuesta, ya que en ocasiones estoy a muchas cosas a un tiempo. Una vez me llamaron la “atención”, valga la redundancia, sobre este tema para que mejorara en ello.

Sin embargo hoy, sí hoy, estoy atenta, muy atenta… a los recuerdos.

¿Qué se hace con los recuerdos? ¡Tantas vivencias hacen mella en nuestra vida!, nos conforman en lo que somos y, aunque hay personas que dicen que no es bueno recordar, a mí me parece una cosa estupenda.

Recordar quién soy, de dónde vengo, mi familia, las personas que han pasado por mi vida que me han enriquecido tanto, además de esas otras con las que chocaba, de las que también aprendí; mis amigos de la pandilla, mis compañeras de colegio, la música, las clases de ballet, las aventuras con mis compis de clase, cuando nos colábamos en la Iglesia antigua que era zona “prohibida”, y como si fuéramos unas “raterillas”, íbamos a inspeccionar el pasadizo que nos llevaba a la zona de los chicos…¡qué hazañas! 

También recuerdo con simpatía, lo mucho que nos reíamos con el loro del patio en la zona de infantil: Le decías “Hola Manuel” y contestaba: “Dame una pipa”, se la comía y rápidamente entonaba: “Manuel Benítez, el cordobés”… Un día le dimos tantas pipas que se puso malo y durante una semana dejo de cantarnos. ¡Era divertidísimo,,,!

Y así, un larguísimo etc, imposible de plasmar en unas pocas líneas.

¡Tantos y tan buenos recuerdos…! Es verdad que también los hay amargos como el acíbar, y cuando los encuentro, compruebo que respiran latentes..., pero de éstos, no suelo acordarme.

Me gustaría alguna vez, pasear entre ellos, entre tantos y tantos recuerdos, tal como lo haría un espectador más, contemplando desde fuera mi vida, mis reacciones, mis ilusiones, mis alegrías y tristezas… y así, fijarme en los pequeños detalles, que descubren que lo que me hace feliz, es comprobar que la razón de mi vida es la fortuna de tenerte siempre a mi lado.

Cuando pienso en esto, enseguida veo mi vida llena, con muchos errores sí, pero repleta de Ti.  Eres esa luz de sol fuerte y acogedora, que no quema exteriormente, pero que abrasa dulcemente el interior. Esta claridad ilumina la mota de polvo que soy, y la hace brillar como si fuera una joya preciosa, de tal suerte, que enseguida me coges y me colocas en tu blasón.

Quiero recordar…, recordar para agradecerte, para quererte.

Que siempre recuerde que tú lo eres todo para mí.


5 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes. Nuestra vida sin recuerdos estaría incompleta. Necesitamos recordar todo lo vivido, todo lo pasado para ser plenamente conscientes de nuestro presente. Estoy convencida que gracias a nuestros recuerdos conseguimos mejorarnos día a día. Ellos están siempre ahí para impedirnos llegar al olvido, por eso es tan importante mantener en el recuerdo a tantas y tantas personas, maravillosas como tú, que hacen que nuestro libro de recuerdos esté lleno de momentos increíbles. Sabes, hoy recordé un momento maravilloso... el momento en que te conocí.
    Te quiero un montón!!!
    Espero lo recuerdes siempre.

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  2. Querida Anónima:
    Quisiera recordar también ese momento en el que te conocí. La pena ¡¡es que no sé quien eres!!, pero estoy segurísima, de que ese recuerdo es también para mi entrañable. Además estoy convencida de quererte un montonazo de los gordos.
    Muchos besos y mil gracias por el comentario tan hermoso y cariñoso que has hecho.

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  3. Jajajajaja....Bueno para tu información solo te diré que, a pesar de la distancia, en realidad vivo mucho más cerca de ti de lo que parece.

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  4. " Que siempre recuerde que tú lo eres todo para mí"
    Dices tanto en una frase tan corta....
    Como siempre, un placer para los sentidos poder leer uno de tus relatos.
    En esta ocasión enlazando recuerdos y vivencias de las que tratamos de recordar las agradables....e intentamos relegar a un plano menos doloroso las que nos marcaron de alguna manera o aún la herida sigue sin curar...
    Muy bonito Srta. Carmey...como es usted tan metódica, esperaré a mañana para poder leer y disfrutar su siguiente relato...
    Tengo total seguridad, en que no me dejará indiferente...como no me ha dejado indiferente ninguno de los que he leído hasta ahora...

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  5. Querida Srta. Anónima:
    Te agradezco sinceramente que me animes tanto. Me encanta que te gusten mis palabras. Ya sabes que te aliento a que escribas tu también; seguro que tienes mucho que decir.
    Hoy voy un poco atrasada, no sé si me dará tiempo a publicar.
    Mil gracias.

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